Es un árbol fuerte, erecto, de 50 m de altura, con corteza rugosa y muy largas ramas. Ocasionalmente puede tener tamaños más grandes, así el más alto descubierto alcanzó 89 m de altura.
Su inflorescencia consiste en una umbela que se distingue de las demás especies del género Eucalyptus por ser triflora (tres flores). Debido a su rapidez de crecimiento y su excelente forma forestal, esta especie resulta de gran valor para las áreas de clima templado – frío, comparable a lo representado por el E. grandis en zonas de clima subtropical.
Vegeta bien con precipitaciones superiores a los 600 mm anuales, siendo mejor su comportamiento cuando las mismas superan los 1.000 mm anuales, en regiones con veranos cálidos poco prolongados e inviernos fríos y húmedos.
Es ampliamente cultivado gracias a su crecimiento extraordinariamente rápido, tiene amplias calidades ornamentales que lo recomiendan para cultivo en jardines grandes y parques. Su madera es de color castaño, duradera. Es empleada para tablas, andamiajes, traviesas de ferrocarril, ruedas, etc. Su corteza produce una substancia de agradable sabor apreciada por los indígenas.