-Material resistente: hecho de materiales duraderos que puedan soportar el uso frecuente y la manipulación en condiciones de trabajo pesado. El acero al carbono es una opción común debido a su durabilidad y resistencia a la corrosión.
-Diseño de los dientes: deben ser lo suficientemente resistentes para mover y nivelar el suelo, pero también lo suficientemente suaves para no dañar el recubrimiento del suelo o las raíces de la hierba. Un diseño de dientes rectos o ligeramente curvados puede ser efectivo para esta tarea.
-Mango ergonómico: debe ser cómodo de sostener y manejar durante períodos prolongados de trabajo. Busca un mango con agarre antideslizante y que esté bien equilibrado para facilitar el uso.
-Tamaño adecuado: debe ser apropiado para el área que necesitas limpiar. Un rastrillo demasiado grande puede ser difícil de maniobrar en espacios reducidos, mientras que uno demasiado pequeño puede requerir más tiempo y esfuerzo para cubrir un área grande.