La recuperación del suelo es una prioridad en la agricultura sostenible, y las ovejas juegan un papel fundamental en este proceso. Su presencia en los ecosistemas agrícolas no solo ayuda a regenerar la tierra, sino que también aporta beneficios ecológicos que van más allá de su tradicional uso para lana y carne.
El impacto positivo del pastoreo ovino en la salud del suelo
El pastoreo controlado con ovejas contribuye a mejorar la estructura del suelo, aumentar la materia orgánica y fomentar la biodiversidad. De acuerdo con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina, la ganadería ovina manejada de manera sostenible puede revertir la compactación y la erosión, dos problemas que limitan la productividad agrícola en todo el mundo.
A diferencia de la ganadería tradicional, donde el sobrepastoreo puede degradar el suelo, el modelo regenerativo propone técnicas como la rotación de potreros. Este método permite que las ovejas pasten en un área específica durante un tiempo limitado, evitando la sobreexplotación del forraje y promoviendo la regeneración de la vegetación.
Además, el pisoteo moderado de las ovejas contribuye a la aireación del suelo, facilitando la infiltración de agua y la absorción de nutrientes esenciales. Esta actividad ayuda a mantener la humedad del suelo y reduce el riesgo de erosión hídrica y eólica, lo que favorece la regeneración natural de la flora nativa.
El rol del pastoreo regenerativo en la captura de carbono
Un estudio publicado en Science of The Total Environment señala que el manejo sostenible del pastoreo ovino no solo mejora la producción de pasto, sino que también contribuye a la captura de carbono en el suelo. Esta función es clave en la lucha contra el cambio climático, ya que los suelos saludables pueden actuar como sumideros de carbono, reduciendo el CO₂ en la atmósfera.
La capacidad del suelo para almacenar carbono depende de la materia orgánica presente en él, y las ovejas, a través de su estiércol y su influencia en la cobertura vegetal, fomentan la acumulación de carbono en el subsuelo. Esto significa que la ganadería ovina bien gestionada no solo contribuye a la restauración del suelo, sino que también ayuda a mitigar el impacto ambiental de la actividad agropecuaria.
Fertilización natural y mejor calidad del suelo
Además del pastoreo, las ovejas aportan otra ventaja crucial: su estiércol es un fertilizante natural rico en nutrientes. En regiones como el sur de India, se emplea la técnica del penning, donde ovejas y cabras se confinan temporalmente en terrenos agrícolas para fertilizar la tierra antes de la siembra. Esta práctica ha demostrado ser altamente efectiva para mejorar la estructura del suelo, aumentar su capacidad de retención de humedad y enriquecerlo con materia orgánica.
El estiércol ovino no solo proporciona macronutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio, sino que también estimula la actividad microbiana del suelo. Los microorganismos presentes en el suelo descomponen la materia orgánica y liberan nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas, mejorando así la fertilidad del terreno de manera natural y reduciendo la dependencia de fertilizantes sintéticos.
El rol de las ovejas en la regeneración de pastizales y ecosistemas degradados
Las ovejas no solo favorecen la calidad del suelo, sino que también desempeñan un papel importante en la regeneración de pastizales y ecosistemas degradados. En muchos casos, el pastoreo controlado ha demostrado ser una herramienta eficaz para restaurar áreas afectadas por la desertificación y la pérdida de biodiversidad.
Al consumir especies invasoras y permitir que la flora autóctona recupere su espacio, las ovejas ayudan a mantener el equilibrio de los ecosistemas. Además, su actividad evita la acumulación de material vegetal seco, reduciendo el riesgo de incendios forestales y promoviendo la regeneración de nuevas especies de plantas.
Una solución sostenible para la agricultura del futuro
El uso de ovejas en la regeneración del suelo no es un concepto nuevo, pero ha cobrado mayor relevancia ante la crisis climática y la necesidad de implementar sistemas agrícolas más sostenibles. Si bien la expansión de la agricultura intensiva ha acelerado la degradación de los suelos, la adopción de prácticas como el pastoreo regenerativo con ovejas ofrece una solución viable para restaurar tierras, mejorar la productividad y garantizar la seguridad alimentaria a largo plazo.
A medida que aumenta la demanda de sistemas agrícolas más resilientes, es fundamental considerar el rol de la ganadería ovina en la restauración del suelo. Con un manejo adecuado, las ovejas pueden ser aliadas clave en la transición hacia una agricultura más ecológica y sostenible, beneficiando tanto a los productores como al medioambiente.
Tomado de Agronegocios
Redactado por Croper.com