La polinización es un proceso esencial tanto para la reproducción de las plantas como para la producción de frutos y semillas. Esta transferencia de polen desde la antera de una flor hasta el estigma de otra puede ocurrir mediante agentes polinizadores como abejas, mariposas o colibríes, así como por el viento (polinización anemófila). Sin embargo, hay un factor clave que influye en la efectividad de este proceso y que muchas veces se pasa por alto: la luz ultravioleta (UV).
Luz UV como guía para polinizadores
Numerosas especies de plantas han desarrollado patrones de reflexión UV en sus flores. Estos patrones, invisibles al ojo humano pero perfectamente perceptibles para insectos como las abejas, funcionan como señales visuales que guían a los polinizadores hacia el néctar y el polen. Esta interacción es tan efectiva que, en ausencia de luz UV, las plantas pueden volverse «invisibles» para los insectos, afectando drásticamente la polinización y, por ende, la productividad agrícola.
El problema de los invernaderos: bloqueo de luz UV
Paradójicamente, los invernaderos —estructuras diseñadas para proteger las plantas y controlar su ambiente— pueden entorpecer el proceso de polinización si no permiten el paso suficiente de luz UV. Muchas películas plásticas utilizadas para cubrir invernaderos, como las de polietileno, bloquean hasta un 90% de la radiación UV. Esto limita la visibilidad de los patrones UV en las flores, disminuyendo la atracción de polinizadores e interfiriendo con el éxito reproductivo de las plantas.
Recomendaciones para optimizar la polinización en invernaderos
- Elegir materiales de cobertura que permitan el paso de luz UV:
Optar por plásticos con bajo bloqueo de rayos UV es esencial para que las flores emitan las señales visuales adecuadas a los polinizadores. - Iluminación suplementaria UV:
En invernaderos donde no es posible modificar el material de cobertura, se pueden emplear luces artificiales que emitan radiación UV para estimular la actividad de los polinizadores. - Conservar la biodiversidad de polinizadores:
Asegurar la presencia de insectos como abejas o moscas polinizadoras, y mantener su salud dentro del invernadero, es clave para mantener una producción sostenible.
Beneficios adicionales y precauciones del uso de luz UV
Además de mejorar la polinización, la luz UV tiene efectos positivos en las plantas: puede activar mecanismos de defensa y aumentar la resistencia a ciertas enfermedades. Sin embargo, una exposición excesiva puede causar estrés en las plantas, afectando procesos como la fotosíntesis, la floración o incluso dañar el ADN vegetal.
La luz UV es un componente vital para lograr una polinización eficaz, especialmente en ambientes controlados como los invernaderos. Su presencia garantiza que las plantas puedan emitir señales visuales a los agentes polinizadores, maximizando así la producción de frutos y semillas. Para los productores agrícolas, elegir materiales adecuados y comprender la importancia de este tipo de radiación puede marcar la diferencia entre un cultivo promedio y uno altamente productivo.
Tomado de: Nación Berries ( Autor: José Luis Bonnet Montoya, Asesor Técnico Agrícola, Grupo Plastilene)
Editado por: Croper