Utilizar el agua de lluvia en la agricultura ofrece múltiples beneficios. Al recolectarla, se reduce la erosión del suelo, se evita el escurrimiento superficial y se mejora la infiltración, lo que se traduce en una mayor humedad del terreno y un entorno más favorable para el desarrollo de los cultivos. Además, al ser una fuente de agua gratuita y naturalmente más limpia, disminuye los costos de producción para los agricultores.
Desde una perspectiva ambiental, este tipo de aprovechamiento ayuda a conservar los acuíferos al disminuir la dependencia del agua subterránea y, al mismo tiempo, reduce el consumo de energía que se requiere para el bombeo y tratamiento del agua potable. Todo esto incrementa la resiliencia del agro frente a las sequías y la variabilidad climática.
¿Cómo se recolecta el agua de lluvia en el campo?
Los sistemas de captación pueden ser tan simples como barriles conectados a canaletas en los techos o tan complejos como estructuras subterráneas con sistemas de filtración. En zonas rurales de Colombia, es común el uso de tanques modulares exteriores que permiten almacenar grandes volúmenes durante la temporada de lluvias para utilizarlos en época seca.
El proceso de captación inicia con la recolección del agua sobre superficies impermeables como techos, terrazas o plásticos agrícolas. Esta agua fluye a través de canaletas hacia tuberías conectadas a tanques, cisternas o depósitos especialmente diseñados. Algunos sistemas incorporan filtros de hojas, sedimentadores o mallas para garantizar la calidad del agua almacenada.
Factores clave para implementar un sistema eficiente
Al momento de diseñar un sistema de recolección de agua lluvia, es fundamental considerar aspectos como:
- La cantidad de precipitación anual en la zona.
- El tipo de cultivo y su necesidad hídrica.
- El tamaño y material de las superficies de captación.
- El mantenimiento periódico de los filtros y tanques.
Una captación mal diseñada puede derivar en problemas sanitarios o en la pérdida del recurso. Por eso, es clave acompañar estos procesos con asistencia técnica y capacitación a los agricultores.
Recomendaciones finales
Implementar sistemas de captación de agua lluvia es una inversión inteligente y sostenible para el agro colombiano. Su adopción masiva no solo garantiza agua para el riego en épocas de escasez, sino que también contribuye al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente los relacionados con el uso responsable del agua, la producción sostenible y la adaptación al cambio climático.
Adoptar esta práctica es dar un paso hacia una agricultura más resiliente, eficiente y armónica con el medioambiente.
Redactado por Agronegocios
Editado por Croper