En la agricultura moderna, los agroquímicos siguen siendo una herramienta clave para el control de plagas, enfermedades y malezas. Sin embargo, su uso inadecuado representa riesgos serios para la salud humana, los cultivos y los ecosistemas. Implementar un manejo seguro y responsable en el campo es fundamental para una producción más sostenible y rentable.
El manejo seguro de agroquímicos comienza con la elección correcta del producto. Es fundamental leer detenidamente la etiqueta, verificar que esté autorizado por el ICA y usarlo exclusivamente para el cultivo y problema indicado. Nunca se deben aplicar productos vencidos, ilegales o sin registro.
Antes de cualquier aplicación, se debe revisar el estado y calibración del equipo de aspersión. Usar los elementos de protección personal (EPP) adecuados —como guantes, overoles impermeables, mascarilla, gafas y botas— reduce significativamente el riesgo de intoxicación o contacto dérmico.
Las aplicaciones deben hacerse en condiciones climáticas favorables: sin viento fuerte, sin lluvia, y preferiblemente en horas frescas (mañana o final de la tarde). También es importante mantener alejadas a personas, animales y fuentes de agua durante y después del procedimiento.
Una vez finalizada la aplicación, los envases vacíos deben ser sometidos a triple lavado, perforados y llevados a un centro de recolección autorizado por CampoLimpio u otro sistema local. Nunca deben dejarse en el campo, enterrarse o quemarse.
Además, se recomienda rotar ingredientes activos para evitar la generación de resistencias, así como llevar un registro detallado de cada aplicación: dosis, fecha, producto y observaciones.
Capacitar al personal y aplicar un enfoque preventivo es tan importante como el producto en sí. Usar agroquímicos con responsabilidad es una inversión en la salud del suelo, la seguridad de tu familia y la confianza del consumidor.
Redactado por Croper.com