En Medellín, la Universidad CES lidera una iniciativa que está marcando un antes y un después en la forma como se aplica la ciencia en el sector agrícola colombiano. Se trata de la Unidad de Biotecnología Vegetal (UBI), un laboratorio de vanguardia que impulsa la biotecnología vegetal en Colombia con soluciones científicas diseñadas para mejorar la productividad, sanidad y competitividad del agro.
UBI: ciencia aplicada al campo colombiano
La UBI nació como respuesta a un desafío urgente: llevar los avances de la academia directamente al campo, cerrando la brecha entre investigación científica y producción agrícola. Este centro tecnológico se especializa en servicios clave como:
- Detección de virus y viroides en plantas, esenciales para prevenir enfermedades que afectan cultivos.
- Propagación in vitro de especies vegetales, una técnica que permite multiplicar plantas sanas y de alto rendimiento.
- Apoyo a procesos de certificación y control fitosanitario, demandados por mercados nacionales e internacionales.
Alianzas estratégicas y expansión regional
Gracias a un equipo interdisciplinario de investigadores y una infraestructura de última generación, la UBI ha logrado establecer alianzas estratégicas con empresas del sector floricultor, uno de los más exigentes en términos de calidad y sanidad vegetal. Además, su capacidad técnica ya ha comenzado a atraer el interés de organizaciones agrícolas en otros países de Suramérica.
Este posicionamiento convierte a la Universidad CES en un referente regional en biotecnología aplicada al agro, consolidando su papel como puente entre la investigación académica y el desarrollo productivo sostenible.
Innovación con impacto económico, ambiental y social
Para el doctor Arenas, vocero del proyecto, “la innovación es uno de nuestros pilares institucionales. Con este tipo de iniciativas buscamos no solo generar conocimiento, sino transformarlo en soluciones útiles que tengan un impacto real en el entorno”.
La UBI representa fielmente ese propósito: conectar la excelencia académica con los sectores productivos, generando un modelo donde la ciencia y la tecnología se convierten en motores de transformación del país.