La reciente decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel para derivados lácteos provenientes de Colombia, ha generado preocupación entre los actores del sector agropecuario. Si bien inicialmente se creía que productos cobijados por el Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado en 2012 estarían exentos, se ha confirmado que la medida aplicará incluso a aquellos con acceso preferencial, como los derivados lácteos.
Derivados lácteos, directamente impactados por el nuevo arancel
Colombia no exporta carne de res actualmente a Estados Unidos, aunque existen proyectos para hacerlo en el futuro. Sin embargo, sí se exportan productos derivados lácteos, como leche en polvo, quesos procesados y sueros lácteos. Según datos de Fedegán, en 2024 cerca del 15% de la producción de derivados lácteos colombianos se destinó al mercado estadounidense. La aplicación del nuevo arancel reduciría la competitividad de estos productos, al encarecer su precio de entrada frente a otros orígenes.
Óscar Cubillos, director de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán, explicó que, aunque el impacto en volumen pueda parecer bajo, sí representa un golpe para los ganaderos colombianos que venían consolidando relaciones comerciales con Estados Unidos. “El arancel afectará las exportaciones de derivados lácteos, aunque no en gran escala. No obstante, podría convertirse en una oportunidad si Colombia decide aplicar una medida de reciprocidad”, señaló.
¿Es una oportunidad para el mercado local?
Cubillos indicó que si el Gobierno colombiano decide imponer aranceles recíprocos a productos lácteos y cárnicos provenientes de EE.UU., esto podría beneficiar a la industria nacional al frenar la entrada de productos importados que compiten con la producción local. Por ejemplo, Colombia importa alrededor de 7.000 toneladas de carne desde Estados Unidos al año, una cifra pequeña si se compara con las 800.000 toneladas producidas localmente, pero que aún puede afectar ciertos nichos de mercado.
En el caso de los productos lácteos, la medida podría ayudar a mitigar el impacto negativo de las importaciones, que a menudo ingresan a precios subsidiados, afectando los precios del productor nacional. “Una política arancelaria inteligente puede proteger sin cerrar el mercado, dándole más oxígeno a nuestros ganaderos”, puntualizó Cubillos.
TLC con EE.UU.: ¿se está debilitando?
Con la entrada en vigor del TLC entre Colombia y EE.UU. en 2012, los derivados cárnicos y lácteos habían obtenido acceso sin aranceles, lo cual fomentó un intercambio creciente, aunque todavía limitado. No obstante, la reciente decisión del Gobierno norteamericano, al aplicar aranceles incluso a productos incluidos en tratados comerciales, representa un giro proteccionista que muchos consideran preocupante.
Un desafío más para el agro colombiano
Este nuevo panorama no solo impacta a la ganadería, sino que se suma a la lista de sectores agropecuarios que enfrentarán desafíos en los próximos meses, como el café, las flores, el banano, el aguacate Hass, la tilapia y la panela, todos ellos con alto grado de dependencia del mercado estadounidense.
En total, las exportaciones agropecuarias de Colombia a Estados Unidos alcanzan los US$4.600 millones anuales, según cifras de Analdex, lo cual representa cerca del 32% de las exportaciones totales al país norteamericano.
Respuesta del Gobierno colombiano
Ante la creciente tensión comercial, el presidente Gustavo Petro se pronunció en su cuenta de X (antes Twitter), afirmando que “el neoliberalismo que proclamaba una política librecambista global ha muerto”. Petro subrayó que ni el proteccionismo extremo ni el libre comercio absoluto son sostenibles en la economía moderna, y propuso una “política arancelaria inteligente” como respuesta a las nuevas medidas.
“Nuestro objetivo es que Colombia se industrialice en las formas que el siglo XXI impone: una industrialización descarbonizada y basada en el desarrollo digital avanzado”, declaró Petro.
También expresó escepticismo sobre la estrategia estadounidense:
“El gobierno estadounidense cree ahora que subiendo aranceles a sus importaciones puede aumentar su producción, riqueza y empleo. En mi opinión, puede ser un gran error”.
Tomado Portal Fruticola
Editado Por Croper