Un equipo de investigación de la Universidad de Almería, en colaboración con la Universidad de Huelva, ha desarrollado un sistema neumático acoplable a carretillas agrícolas convencionales que disminuye en más del 60% el esfuerzo físico durante la siembra en invernaderos.
La innovación mejora la ergonomía, reduce el riesgo de lesiones musculoesqueléticas y aumenta la precisión en la plantación.
El dispositivo funciona con aire comprimido que impulsa un pistón adaptado al tamaño del cepellón, perforando el suelo con exactitud. El agricultor solo debe posicionar el carro, accionar una válvula y el sistema realiza automáticamente la perforación.
La herramienta es de bajo costo, fácil de instalar, y no requiere conocimientos técnicos, lo que la hace especialmente útil para pequeños productores con infraestructuras limitadas.
En ensayos de campo, el equipo técnico validó su desempeño en diferentes tipos de suelo de Almería, incluyendo superficies más compactas, ajustando la presión del aire según la resistencia.
Además, se demostró una notable reducción en los niveles de riesgo postural, pasando de una calificación RULA de 7 (alta intervención inmediata) a 3 (intervención necesaria).
Este desarrollo busca ofrecer soluciones ergonómicas accesibles y eficientes para tareas agrícolas exigentes, como la siembra manual, aún muy común en pequeñas fincas.
Aunque el sistema podría escalarse a versiones robotizadas, su enfoque actual está en brindar una herramienta práctica, reparable con medios básicos y adaptable a la realidad del agricultor promedio.
Este estudio fue publicado en Smart Agricultural Technology y forma parte de una línea de innovación autofinanciada que prioriza la salud laboral en entornos agrícolas intensivos como los invernaderos del sureste español.
Aspectos técnicos destacados:
- Compatibilidad: El sistema se acopla fácilmente a los carritos estándar usados en invernaderos para transporte de cajas (ej. de tomates), lo que evita inversiones adicionales.
- Precisión de siembra: El sistema garantiza agujeros de 8 cm —profundidad óptima para plantines con cepellón—, lo que mejora el porcentaje de prendimiento.
- Regulación adaptativa: Permite ajustar la presión del pistón según el tipo de suelo, ampliando su aplicabilidad en diferentes condiciones agrícolas.
- Eficiencia energética: Usa aire comprimido (neumática), una tecnología duradera, de bajo mantenimiento y eficiente frente a alternativas eléctricas o hidráulicas.
Impacto en salud laboral:
- Reducción de lesiones: Baja el riesgo de dolencias comunes como tendinitis, lumbalgia y túnel carpiano, muy frecuentes en jornadas intensas de siembra manual.
- RULA Score: Baja de nivel 7 a nivel 3 en la escala de Evaluación Rápida de Extremidades Superiores, lo supone una mejora en ergonomía.
- Ahorro de esfuerzo: Se requieren solo 19 kg de fuerza frente a los 60 kg del método manual. Esto representa 68% menos esfuerzo.
Aplicabilidad para pequeños agricultores:
- Enfoque de bajo costo: Está pensado para pequeños productores que no pueden permitirse robots o maquinaria compleja.
- Tecnología accesible: No requiere programación, electricidad ni formación especializada.
- Reutilización de infraestructura existente: Reaprovecha carros agrícolas ya presentes en la finca.
Potencial de escalamiento y próximos pasos:
- Automatización futura: Puede evolucionar hacia versiones automatizadas con sensores de presión y reconocimiento de tipo de suelo.
- Uso experimental: Actualmente está en fase de prueba en invernaderos de la Universidad de Almería.
- Financiación: este proyecto ha sido desarrollado con fondos propios, lo que subraya su viabilidad sin grandes inversiones externas.
Este contenido de este artículo fue elaborado por la Fundación Descubre el cual fue revisado y editado por Croper.com
Tomado de Portal fruticola
