La fruticultura moderna enfrenta desafíos constantes: aumentar la productividad, mejorar la calidad del fruto y optimizar el uso de recursos. En este contexto, los reguladores de crecimiento se han convertido en herramientas clave para manejar el desarrollo vegetal, sincronizar la floración y la fructificación, así como mejorar el tamaño y calidad del producto final. Te contamos cuáles son los 5 reguladores de crecimiento esenciales para frutas.
Estos compuestos actúan modificando procesos fisiológicos de las plantas y pueden clasificarse en cinco grandes grupos:
- Auxinas – Control del desarrollo radicular y frutal.
- Giberelinas – Expansión celular y uniformidad del fruto.
- Citoquininas – División celular y calidad del fruto.
- Etileno – Maduración y desverdecimiento.
- Inhibidores del crecimiento – Control de brotación y sincronización de maduración.
A continuación, exploraremos su función en cultivos frutales estratégicos y cómo su aplicación optimiza la producción.
1. Auxinas: Control del desarrollo radicular y frutal
Las auxinas son hormonas esenciales para el crecimiento celular, la diferenciación de tejidos y la formación de frutos. Se utilizan principalmente para inducir el enraizamiento, generar frutos sin semillas (partenocárpicos) y reducir la caída prematura de frutos.
🔹 Ejemplo 1: Aplicación de ANA y 2,4-D en manzanos y perales
- Ácido Naftalenoacético (ANA) y 2,4-Diclorofenoxiacético (2,4-D) evitan la caída prematura de frutos, mejorando el rendimiento comercial.
- En uva y cítricos, las auxinas favorecen el crecimiento y la uniformidad del fruto.
🔹 Ejemplo 2: Inducción de frutos sin semillas en uva de mesa
- Aplicar ácido giberélico (GA₃) junto con auxinas produce uvas sin semillas más grandes y de mejor calidad.
2. Giberelinas: Expansión celular y uniformidad del fruto
Las giberelinas juegan un papel clave en la elongación celular, la germinación de semillas y la floración. Su uso mejora el crecimiento y sincronización de la producción frutal.
🔹 Ejemplo 1: Uso de GA₃ en cítricos para evitar la alternancia
- En naranjas y mandarinas, el GA₃ aplicado en prefloración estabiliza la producción, evitando los altibajos anuales.
🔹 Ejemplo 2: Aumento del tamaño de frutos en cerezas y uva de mesa
- En cerezas, el GA₃ aumenta el tamaño y firmeza de los frutos.
- En uvas de mesa, ayuda a alargar los racimos y aumentar el diámetro de las bayas.
3. Citoquininas: División celular y calidad del fruto
Las citoquininas estimulan la división celular, favorecen la regeneración de tejidos y retrasan el envejecimiento. Son fundamentales para mejorar el tamaño, color y calidad de los frutos.
🔹 Ejemplo 1: Uso de 6-Benzilaminopurina (6-BA) en manzanas
- Aplicar 6-BA en variedades como ‘Red Delicious’ y ‘Gala’ aumenta el calibre del fruto sin afectar la calidad interna.
🔹 Ejemplo 2: Mejora de calidad en kiwis y arándanos
- En kiwi, la combinación de giberelinas y citoquininas aumenta el tamaño y prolonga la vida postcosecha.
- En arándanos, favorece la uniformidad del fruto y su conservación en anaquel.
4. Etileno: Maduración y desverdecimiento
El etileno es una hormona gaseosa responsable de la maduración de frutos. Su uso permite sincronizar cosechas y mejorar el color de los frutos.
🔹 Ejemplo 1: Uso de etefón en banano y tomate de árbol
- Etefón, al liberar etileno, acelera la maduración de estos cultivos, permitiendo cosechas más uniformes.
- También mejora el color y calidad sensorial en piña y caqui.
🔹 Ejemplo 2: Desverdecimiento en cítricos con etefón
- En mandarinas y limones, ayuda a eliminar el color verde en la piel, facilitando su comercialización.
5. Inhibidores de crecimiento: Control de la brotación y maduración
Estos reguladores se usan para controlar el crecimiento excesivo, regular la floración y mejorar la eficiencia en la cosecha.
🔹 Ejemplo 1: Control del crecimiento en mango con paclobutrazol
- El paclobutrazol limita el crecimiento vegetativo, promoviendo una floración más uniforme en regiones tropicales.
🔹 Ejemplo 2: Uso de prohexadiona cálcica en manzanos
- Aplicar prohexadiona cálcica en manzanos reduce el crecimiento de brotes y mejora la penetración de luz, favoreciendo la coloración del fruto.
Conclusión: Una herramienta clave para la fruticultura moderna
El uso de reguladores de crecimiento permite:
- Optimizar la producción y mejorar el rendimiento de los cultivos.
- Asegurar calidad en tamaño, color, firmeza y vida postcosecha.
- Sincronizar cosechas, evitando alternancias productivas.
Sin embargo, su aplicación debe ser precisa y basada en estudios técnicos, ya que un uso inadecuado puede afectar negativamente el desarrollo del cultivo.
En el futuro, el desarrollo de nuevos bioestimulantes y tecnologías de aplicación permitirá un uso más eficiente y sostenible de los reguladores de crecimiento, garantizando una fruticultura más competitiva y rentable.
Tomado de Portal Fruticola